DÉCIMO QUINTO CUENTO. Examen.

Llegué al aula a la hora del examen, un poco justo de tiempo porque mis compañeros ya se habían sentado. Me quedé bastante arrinconado al fondo a la izquierda de la clase. Al tomar asiento, descubrí la única hoja de la que se componía el vital examen. Esto me hizo presuponer que era sencillo. El esperpéntico profesor dio permiso para empezar, así pues, di la vuelta a la hoja y comencé a leer:

«1. ¿Cuál es el número exacto de estrellas que se encuentran en el Universo?
2. ¿Por qué se suicidó Vincent van Gogh?
3. ¿Cómo se llamaba el soldado turco que le disparó en la mano a Miguel de Cervantes en Lepanto?
4. Calcula todas las cifras que componen el número Infinito.
5. ¿Cuál era el color favorito de Pablo Picasso?
6. ¿Cuánto aire hay en la atmósfera del planeta Tierra?
7. Enumera en orden cronológico todos los factores que influyen en una relación amorosa.
8. ¿A qué velocidad y en qué dirección soplaba el viento en el ‘Circuit de la Sarthe’ cuando Tazio Nuvolari cruzó la meta el 18 de Junio de 1933?
9. Cita un grupo de música del que nunca has oído hablar.
10. Haz un resumen en veinticinco palabras de la situación socio-política mundial.»

En efecto. Me dije: "Ésta es la mía". Cogí mi bolígrafo negro y rellené los datos personales en la cabecera del folio y, sin necesidad de pensar más, situé el bolígrafo en el hueco en blanco que quedaba entre la última pregunta y el final de la hoja y escribí en letra mayúscula y subrayada: «SÓLO SÉ QUE NO SÉ NADA» y, satisfecho, lo dejé en la mesa del profesor para dirigirme al exterior con una inmensa sonrisa. En el mismo momento en que crucé la puerta, la sonrisa se desvaneció de repente al reparar en un detalle: Había sido demasiado fácil.

Muerte de Sócrates. Pintura de Jacques-Louis David (1787).



Escrito el 22 de Junio de 2010.

Aquí me inspiré un poco en la segunda parte de "Los gemidos de la vecina", relato del cantautor Ismael Serrano. Si tenéis quince minutos, escuchad los enlaces que os dejo más abajo, creedme que merece la pena. No hay mucho más. También intenté que se viera la conclusión de que, nada es tan complicado, ni nada es tan sencillo... Que la vida está llena de dificultades y de cosas que te pasan solas, fácilmente. Que cada situación es única y que algo que parece sencillo puede ser muy complicado y viceversa.

Os dejo con el citado relato:


Feliz año nuevo a todos. Espero que lo empecéis con las ventanas abiertas (si habéis escuchado el relato, lo entenderéis). Jajaja.

Salud. Tomás.

1 comentario:

  1. hahahahahaha siempre me dió risa este relato desde que lo publicaste en fotolog. Me encanta de verdad, es muy cómico.

    Me recordó a cuando uno sale de un examen y te preguntan cómo te fue, y milagrosamente de verdad te fue bien y solo puedes decir: Creo que hice todo bien, así que probablemente esté mal. (No recuerdo muy bien la cita) Pero si, va por ahí la cosa...

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