DÉCIMO NOVENO CUENTO. Walk away.

Un paso, dos pasos, tres pasos...

Un abismo. Un abismo es lo que dejó entre su pasado y su presente. No sabía por qué se había ido, la querían de dónde venía, pero ella sentía algo que le impedía permanecer allí. Quizás la querían demasiado, quizás ella no estaba preparada para eso, puede que no supiera corresponder a esos sentimientos que tenían hacia ella. Le entró miedo. Huyó.

En la huida aprendió muchas cosas. Ella aprendió que huir estaba mal, aprendió que el Mundo es enorme. Se dio cuenta de que le encantaba el Mundo, la enormidad y diversidad que representaba. Pero... también supo que no se tenía que haber ido; y supo también que no podía volver.

Continuó caminando. Siguió andando, pero resulta que no había cambiado nada. Pasó de estar perdida entre su gente, entre los que la querían, a estar perdida entre la multitud. Andar por las calles de Tokio era desconsolador, abrumador... Pasó de verse superada por el amor, a verse superada por el desasosiego. Así que, como no tenía otra opción, siguió caminando...

Scarlett Johansson en ‘Lost in translation’ de Sofia Coppola


Noches sin dormir, extraños sueños —y pesadillas—, aburrimiento, depresión de época de exámenes, contradicciones, recuerdos de películas, canciones... Creo que he citado casi todas las fuentes de inspiración que hacen que un día como hoy, me ponga a escribir.

La canción, la que da el título, ‘Walk away’ (Alejarse) de Franz Ferdinand. El hecho de caminar solo, no sé por qué, pero me hace imaginarme un Tokio nocturno en el que la inmensidad y la multitud no hacen más que aislarte, y eso me lleva un poco a ‘Lost in translation’, película de Sofia Coppola que me encantó, en la que tanto Scarlett Johansson como Bill Murray, se salen de lo convencional para interpretar de forma sublime a unos extraños y solitarios personajes.

Aquí os dejo la canción citada, una de las primeras que me gusto de los escoceses FF.


Salud. Tomás.

1 comentario:

  1. Hay veces en que un@ necesita desaparecer un ratito del mundo, aunque sólo sea para encontrarse a sí mismo. Pero todos solemos volver. Yo, por ejemplo, a veces necesito estar lejos de mi mundo para recordarme lo increíble que es y cuánto lo necesito.

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